miércoles, 1 de julio de 2020

ELEGÍA

Paseabas tus pensamientos surcando la tierra, volviéndola huerto.
Arrancando el agua, ahogando tu motor. ¡Bendito sea el Señor!
Relatando historias a la hoguera, alumbrando fuegos de campamento.

ALBORADA


En el ojo del huracán,
colmábase la calma.
Alrededor, violencia.

Al borde de desbordar,
ahogaba hasta al agua
la tensa periferia.

Volvió la mirada,
perdida y apresada.
¿Ocaso? No, ¡alborada!

Y tornaron arrabales,
solanas por umbrías;
y abriéronse confines
a umbrales confinados.