La previsión
de crecimiento en que se basaba la errónea motivación de la sexta modificación
puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Ávila, recientemente
paralizada por el TSJ de Castilla y León, es un buen ejemplo de que los planes
urbanísticos no respondían, con gran frecuencia, a las necesidades demográficas
ni se adaptaban al entorno natural en que se emplazaban.