domingo, 25 de octubre de 2020

Y entonces

Bailan pompas de jabón aventando

memoria en la polvareda de huellas.

Viajando va el olvido, navegando

entre levedades que parpadea.

 

En ciernes la templanza arriba, errando

basares de cenizas de praderas,

enlodados estanques, y aguardando

oleajes su áncora de mareas.


Naufraga el fin del principio. Odisea

ululando rendijas de esperanza

al pajonal repleto y asfixiante.

 

La pausa a trompicones cabrilea,

enzarzando la prisa en lontananza,

arrobando su embate siseante.












viernes, 23 de octubre de 2020

¡¡Un estrambote para este soneto!!

 El hastío en mitad del medio otoño,

esfumando las huellas del estío;

desnuda su disfraz, cruel desafío,

embriagando el abrigo del reboño.


Ombligo del penar, madre y retoño,

agostando hasta el pasto del rocío,

su tinte languidece en ocre umbrío

la dorada cana, brote bisoño.


Pulverizando momentos, amaña

el pensamiento moliendo proezas;

susurrando por los codos, nocivo.


Desvanecida ceguera que empaña

sedientos nubarrones de certezas.

En su descubierta intemperie vivo.

 

¡¡Un estrambote para este soneto!!



miércoles, 21 de octubre de 2020

Se desliza la pausa.

Bonhomía y resiliencia en la soledad del viento confinado. Sonámbulo. Anodadado. Embrujado por la magia del recuerdo que revive en tu corazón, relámpago y trueno que resuena en lo hondo y es destello. Efervescente ataraxia. Etéreo y perenne petricor, siempre mondo e infinito. Olvido iridiscente y acendrado. Elocuente nefelibata. Encentar sin cesar. De la aurora al arrebol, va soñándose el ocaso en alborada. Inmarcesible ditirambo. Efímera, mas sempiterna serendipia.