viernes, 6 de abril de 2012

¡UN QUIJOTE!, QUE NO SON MOLINOS.

Ignorancia y soberbia de la mano.
Amor ciego que locura acompaña,
la envidia persigue y el triunfo apaña.
La altiva torpeza en lo cotidiano.

Genio ilustrado obvia el podio liviano
(coloso ogro que de oro el logro baña,
penumbra refleja y los ojos daña);
mas sutil hidalgo embiste lo ufano.

Los mercados trillan trigo labriego.
Se lucra el sacamuelas molinero.
Pulverizan nuestra harina en dinero.

Bulle Troya. ¡Al caballo, caballero!
No son molinos; son gigantes de ego.
Aspas que trituran viento y sosiego.