domingo, 17 de agosto de 2014

Burbuja de Deuda

La avalancha de emisiones de deuda pública y el exceso de demanda ha provocado tipos negativos en emisiones de Letras. Sin embargo, la financiación a pymes y familias sigue y seguirá estancada. 

La inmensa liquidez inyectada en el sistema por los bancos centrales es la responsable y no la supuesta recuperación económica que algunos cacarean. Ese aluvión ha ido reduciendo la rentabilidad de la deuda pública, llevando a los inversores a buscar algo más de rentabilidad en países periféricos, asumiendo para ello más riesgo. Sin embargo, considero que estos inversores están ignorando los riesgos de la Eurozona y, en concreto, el elevado nivel de deuda pública de algunos países como el nuestro.
Si la economía se está recuperando, ¿por qué se mantiene una política monetaria expansiva?
El precio de la deuda, en gran medida, está fijado de manera artificial y algunos gobiernos la aprovechan para financiarse más barato, disparando su deuda e hipotecando su futuro. El nivel de la española roza el 100% del PIB.
Se ha inflado una nueva burbuja, la de la deuda. Por tanto, ¿cuándo y cómo retirar los estímulos fiscales para poder evitar un repunte excesivo de tipos que ocasione una hecatombe en los estados excesivamente endeudados?

La Reserva Federal de Estados Unidos, en algún momento, procederá a la retirada de esa masiva inyección de liquidez y cuanto más retrase la decisión, peores serán las consecuencias. ¡Ay, madre!, entonces; asistiremos a una crisis mundial de aúpa. A ver quién muestra aplomo cuando el Dow Jones se desplome (creo que las subidas que pueda lograr este índice durante el próximo lustro se pulverizarán, posteriormente, en apenas una semana o siete días: como una mala gripe). Y no digamos cuando, sumidos en una volatilidad infartante, se ponga en duda la bondad del valor de la divisa americana, evaporándose su valor y fundiendo los plomos a medio mundo. 

Pienso en el año 2020 y siento escalofríos.



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